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Amy Stewart vuelve a la carga con otra inolvidable aventura protagonizada por las aguerridas hermanas Kopp. En 1915, nadie esperaba que una mujer persiguiera a los fugitivos de la ley por las calles de Nueva York, pero Constance Kopp no hizo nunca lo que los demás esperaban de ella. Tras salir en todos los periódicos cuando, junto a sus dos hermanas, plantó cara al dueño de una fábrica y a sus matones, el honorable sheriff Heath decidió nombrarla su ayudante, convirtiéndola así en una de las primeras oficiales de policía del país.

Cuando Amy Stewart se topó con un artículo de 1914 que contaba cómo el coche del propietario de una fábrica había embestido la calesa en la que viajaban las hermanas Constance, Norma y Fleurette Kopp, y la manera en que la disputa por los daños causados había derivado en una escalada de amenazas y disparos, que terminaría con Constance convertida en ayudante del sheriff, este captó de inmediato su interés.

New Jersey. 1914. Constance Kopp non è esattamente la tipica donna del suo tempo. È più alta di quasi tutti gli uomini che incontra, non è attratta dal matrimonio né dalle faccende domestiche, e vive isolata dal mondo da quindici anni - da quando, cioè, un segreto inconfessabile aveva spinto lei e le sue sorelle a lasciare la città per rintanarsi in una fattoria in campagna.

Tras "Una chica con pistola" y "Mujer policía busca problemas", la nueva aventura de las hermanas Kopp. Tras conseguir por fin la placa que la acredita como ayudante del sheriff, Constance Kopp está lista para enfrentarse a cualquier cosa. En la cárcel de Hackensack, le horroriza ver que muchas mujeres son acusadas de dudosos cargos de conducta incorregible o de moral depravada, como Edna Heustis, que se fue de casa de sus padres para trabajar en una fábrica de armamento, o Minnie Davis, la chica de dieciséis años a quien no corresponde enviar a un reformatorio estatal.

Nell'autunno del 1915, Constance Kopp, dopo aver scartato sdegnosa il mestiere di giardiniera e intagliatrice, per non parlare di quello di governante, si destreggia nel suo nuovo mondo: la prigione dello sceriffo Heath, ad Hackensack, in New Jersey. Il suo posto da vicesceriffa è in bilico, perché le ingessate leggi dello Stato ancora non prevedono che quella carica possa essere ricoperta da una donna. E così viene retrocessa a direttrice della sezione femminile, dove sorveglia le detenute o rincorre giovani ragazze in fuga sui treni.