Títulos en Erótica

Una vida sin emoción puede ser lo que motive a uno a cambiar, y eso Anna lo está por descubrir. 

Existen mamás y papás con los que muchos sueñan coger. "Y sostuve su erección en mi mano, la acaricié con movimientos lentos y rápidos, alternativamente. Froté la punta de su pene, me humedecí los dedos y lo masturbé, mientras se tornaba cada vez más resbaloso ante mis ojos. Rocé mi vagina contra él y mantuve su erección muy cerca de mi entrada, sin dejar que me tocara por completo, sin dejar que me penetrara. Aún".

Daniela, hija del embajador de Cuba en Francia, despierta a la pasión a la mano de un oscuro personaje de dudosas actividades. El erotismo furioso del romance se transforma en un acto de rebelión contra la opresión asfixiante de las buenas maneras de la diplomacia. Con su juventud y su rebeldía, el recorrido iniciático de Daniela es una metáfora perfecta de esa inasible condición llamada "cubanidad" y su exhuberante sensualidad caribeña se opone y se adapta a la vez, a la frialdad europea de París.

Erótica y muerte, las dos caras de la alianza invisible. En el Decamerón de Boccaccio la epidemia produce un mundo de fantasías eróticas imaginadas; en Muerte en Venecia el deseo empuja al protagonista por una ‘‘aventura que fluía oscuramente con su corazón’’. En el canto I de la Ilíada, Apolo envía una plaga de peste al campo griego porque Agamenón ha secuestrado a la hermosa Criseida, y la guerra en fin, ha tenido por causa principal una pasión amorosa. Durante las sucesivas epidemias a lo largo de la historia, la sexualidad desafía a la muerte.

De día, Celia trabaja en una fábrica, pero, por la noche, se convierte en la radiante Celia Royal y enardece el bar en el que canta al ritmo de un ragtime endiablado. Tras su espectáculo, más sensual que nunca, se acerca a ella Joel, que ha quedado embelesado por la interpretación de la cantante de la voz ronca. Celia vacila y deja de pensar en su futuro musical para imaginarse los momentos tórridos que podría compartir con el joven productor.

"Cinco hombres que vestían pantalones peludos y extrañas máscaras de animales saltaban de un lado a otro. Las máscaras se parecían a las que se les pone a los grandes perros para evitar que muerdan. También funcionaban a la perfección como disfraz: el disfraz de un fauno. Era mi fantasía de ninfa. Se había vuelto realidad."

"Permanecen así por algunos momentos. Después, casi con pesar, rompen el abrazo. Antes de darse la vuelta, Sarah se para en las puntas de sus pies para besar pausadamente a Thor. Él sonríe sacudiendo su cabeza, como si no pudiera creer lo que acaba de suceder. Sarah se agacha para descalzarse, luego quitándose el vestido camina hacia su habitación para ponerse una bata. Al mirarse en el espejo sonríe con remilgo, ¿qué estás haciendo? Su valentía casi le arranca una carcajada."

Quedan unas horas para celebrar la Nochebuena y Sofie y Adam están solos en casa de ella. Sofie ha soñado con ese momento muchas veces, pero la primera siempre vez impone respeto. Cada vez el calor invade más sus cuerpos y los nervios van dando paso a las ganas. Entre juegos, caricias y bromas, sus cuerpos desnudos se van encontrando hasta que Sofie le pide a Adam eso que ha estado deseando durante tanto tiempo.

El trato es simple: Cecelia Horner debe pasar un año en la pequeña localidad de Triple Falls, viviendo con su padre y trabajando en su fábrica. A cambio, él costeará sus estudios y, además, le dará una pequeña fortuna con la que Cecelia podrá ayudar a su madre. Pero todo cambia cuando conoce a Sean en su primer día de trabajo. Él le presenta a sus amigos, incluido el enigmático Dominic: un grupo de chicos que parece vivir según sus propias normas, unidos por un enorme secreto y el mismo tatuaje de un cuervo.

Skye Copeland is on paid leave from her broadcasting job after accidentally drawing a pecker on the traffic map. Like it's her fault the traffic pattern that day created a perfect schlong? Skye isn't laughing. She needs this job. And that's the only reason she's agreed to chase down a story in her least favorite place - that hell on earth known as Vermont. Skye can sneak into the town that once tried to break her, get the story and get back into the good graces of her producer. Easy peasy. Except things go sideways even as she sets foot over the county line.

Skylar Redmond's Sky Bar is regularly wall-to-wall hot soldiers. Yet she is alone - and getting tired of it. Forget about finding a man who'll rock her world in the bedroom. She'll settle for a guy who's stable, kind, and compassionate. Too bad that guy still sees her as the pigtailed girl from their youth, not the strong woman she is today. But maybe, with a little help, that'll change.

Desperate to escape his mother's matchmaking, Vincent Hunt, Viscount Darleigh, flees to a remote country village. But even there, another marital trap is sprung. So when Miss Sophia Fry's intervention on his behalf finds her unceremoniously booted from her guardian's home, Vincent is compelled to act. He may have been blinded in battle, but he can see a solution to both their problems: marriage. At first, quiet, unassuming Sophia rejects Vincent's proposal. But when such a gloriously handsome man persuades her that he needs a wife of his own choosing as much as she needs protection from destitution, she agrees.

El síndrome del copiloto es una adaptación del Best-Seller Mujeres que compran flores de Vanessa Montfort, y heredera del espíritu de El viejo y el mar, La Odisea y Cinco horas con Mario. Parte de su éxito se debe a haber puesto nombre a un síndrome heredado contra el que la, actualmente, la generación de mujeres que vive bajo la presión de la perfección está luchando. Marina, una mujer sola en medio del Mediterráneo, se encuentra sobre el Peter Pan, el velero de Óscar – su amor fallecido -, sobre el que no sabe navegar. Ésta deberá cumplir con el último deseo de éste: cruzar el Estrecho y arrojar sus cenizas en Tánger.

Sophie es operadora de teléfono erótico y una experta a la hora de comprender y satisfacer los deseos de sus clientes, incluso los más íntimos. Sin embargo, Julien, su colega en un proyecto de película, es indescifrable y desafía su poder. A pesar de un mes de relación, sigue trastornándola y todavía se niega a hacerle el amor. La joven se ha adaptado a su ritmo durante demasiado tiempo: ¡quiere respuestas para dejar de sufrir en esta guerra de dominación! Por fortuna, puede contar con sus clientes para liberar su mente y su cuerpo...

Claudia es una profesional que representa a las principales organizaciones económicas de la metrópoli. Guapa y segura de sí misma, nunca se imaginó que la seducirían en plena jornada laboral. El día de hoy se dispone a conocer a la directora de un partido que va camino de ganar las próximas elecciones, una jefa con fama de tener mano de hierro, pero que acabará perturbando y hechizando a Claudia con su magnetismo hasta el punto de cuestionar sus certezas.

A Elena le cuesta llegar a fin de mes. Como autora que completa su salario con trabajos de periodismo, desearía tener una relación estable, pero no tiene tiempo de salir a conocer a gente. Cuando se le avería su preciada máquina de escribir, le parece que es el fin, pero tal vez sea solo el principio. Nunca había prestado atención al Repair Café que le queda cerca de casa, pero tal vez haya alguien que pueda devolver su vieja Smith-Corona a la vida... ¡y puede que haga incluso más!

"Le colocaron la venda con cuidado, de manera que cubriera sus ojos. Gemía, pero no podría abrir la boca. Podía sentir el redondo objeto de plástico contra sus labios, y el arnés mantendría todo en su lugar. También podía sentir el entusiasmo de su compañero y su pulso acelerado." Una pareja explora sus límites a través de la dominación y el control. En este relato erótico, las sensaciones, el placer y el dolor son los protagonistas.

"Esto está muy mal, piensa mientras explora su propio cuerpo con sus dedos. Muy mal, pero increíble. Por un momento se olvida de que cientos de ojos la observan. Lo único que importa en el mundo es el sonido de su respiración jadeante y la sensación de sus dedos que se deslizan hacia su ropa interior". Elisa necesita dinero con desesperación. Por eso decide hacer algo que, bajo otras circunstancias, no hubiera hecho jamás; algo que está muy mal. Cierra las persianas, enciende su laptop y deja caer sus ropas al piso, prenda a prenda.

In this village, I’m an outcast: Griffin Everett, the scowling giant who prefers plants to people. Then I meet Keynes, a stranger from the city who’s everything I’m not: sharp-tongued, sophisticated, beautiful. Free. For a few precious moments in a dark alleyway, he’s also mine, hot and sweet under the stars...until he crushes me like dirt beneath his designer boot. When the prettiest man I’ve ever hated shows up at my job the next day, I’m not sure if I want to strangle him or drag him into bed. Actually - I think I want both. But Keynes isn’t here for the likes of me.

Pasaron tantos años, e igual, la periodista freelance parisina no puede evitar pensar en su antiguo profesor cada vez que termina un artículo. Piensa en las horas imposibles de olvidar que pasó en su oficina, cómo la tomaba en su escritorio, deslizándose lentamente dentro de ella, haciendo que se mojara más de lo que lo hubiera estado nunca.