Resultados para "Miro" en Celebridades del entretenimiento

Rossini era capaz de leer una partitura de derecha a izquierda y de abajo a arriba; Wagner embaucó a Luis II para que le construyera un teatro en Bayreuth, donde debía llegar desde Inglaterra un inmenso dragón de cartón-piedra para el estreno de Sigfrido... Pero arribó ¡en Beirut!... Hay anécdotas como estas por decenas, pero ninguna pasa de eso, del puro cotilleo. Este audiolibro aspira a dar otro tipo de respuestas a los claroscuros de algunos grandes compositores, y a hacer comprensibles muchas de las cuestiones que rodean a la música llamada clásica.

Ficción dramática basada en el encuentro entre Astor Piazzolla, el famoso músico argentino y Nadia Boulanger, la super reconocida pedagoga musical francesa. Las clases tomadas con la Boulanger fueron decisivas en la evolución musical de Astor y marcaron para siempre al tango argentino.

La obra hace recuento nostálgico de muchos de los cantantes estelares a quien la Sonora Matancera grabó, incluyendo Celia Cruz, Bobby Capó y otros grandes de la música tropical. Los seguidores de la música tropical podrán disfrutar de la historia de la legendaria orquesta La Sonora Matancera contada por sus protagonistas en el libro Mis mejores entrevistas de radio: Celia Cruz, La Sonora Matancera y sus estrellas, un importante legado de la autora Gilda Mirós.

A musical oral history audiobook preserves the narrative voices and music of Latin American icons. this is the first of many descriptive works of oral tradition compiled and conducted by Gilda Mirós. A rare collection of vintage interviews conducted by the author, actress and broadcaster; Puerto Rican Gilda Mirós; some stored for more than thirty years; preserve the story of Latino popular artists and composers; most of the artists; now deceased. Original music from 1930 to 1990 is included in the segments.

Modestia a parte è l’opera autobiografica di Ettore Petrolini. "Il teatro di Campagnano era un vecchio granaio municipale ove, la sera stessa dell'arrivo, debuttai con la macchietta: "Il bell'Arturo". Al refrain, misi un piede sull'estremità di una tavola dell'improvvisato palcoscenico, fatto di tavolacce male inchiodate e che posavano su due cavalletti. Il mio peso fece sollevare una tavola e andai a finire di sotto con una elegantissima lussazione a un piede. Il pubblico, regolarmente, si divertì un mondo e chiese il bis, mentre io piangevo dal dolore e dalla rabbia."