Por el honor de los cielos
Las sombras del pasado no pueden apagar tu luz
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Narrado por:
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Ángel
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Karina Castillo
Acerca de este título
El 4 de julio de 1997 se decretó la sentencia de muerte del padre de mi hijo y la mía. Fuimos escogidos como piezas del plan estratégico de una organización criminal; una conspiración que consistía en fingir la muerte de Amado Carrillo
Fuentes, alias, El señor de los cielos. Un personaje que solía desplazarse en sus aviones para transportar sus cargamentos de droga. Lo escrito sobre este temible capo sinaloense y la información que circula en internet sobre este caso, incluyendo el misterio que rodea su muerte, son especulaciones y desinformación, precisamente por el gran poder corruptor de la organización que él lideraba. Esos pormenores, sus sueños, sus estrategias, sus alianzas, solo los conocían los integrantes de su círculo íntimo. Esa era información secreta, inviolable. La mayoría de la gente que utilizó para desaparecer de la escena pública hoy está muerta, ya que en estas comunidades nunca dejan cabos sueltos.
Pasados ya 25 años, es tiempo de que deje de callar ese dolor que me llevó a una prolongada errancia, a buscar preservar mi vida y la de mi hijo tras la ejecución de su padre, a sacar a la luz y no dejar en el olvido esta historia, como tantas otras, trágicas, de luto y dolor que solo queda en narcofosas, feminicidios o secuestros que terminan en fosas comunes en lugares donde nunca aparecen las personas a quienes privan de su libertad. Casos inconclusos que permanecen sin una respuesta ni justicia por parte de las autoridades y cuyos familiares no encuentran consuelo.
Yo entiendo perfectamente a cada uno de ellos, pues recuerdo día tras día un atribulado itinerario en el que tuve innumerables traspiés, Llegué, falsamente, a refugiarme en el alcohol y en las drogas por recomendación de unos amigos que, al igual que yo, encontraron de manera transitoria un ficticio sosiego para mitigar sus penas. Eso me hundió en un hoyo profundo de depresión del que salí, finalmente, por la gracia de Dios. Esta inenarrable experiencia, esta historia de ser la única sobreviviente de este caso, la supervivencia y la superación personal me llevaron a escribir esta autobiografía para que se conozca la verdad.
Ángel.