Investigaciones de un perro
No se ha podido añadir a la cesta
Error al eliminar la lista de deseos.
Se ha producido un error al añadirlo a la biblioteca
Se ha producido un error al seguir el podcast
Error al dejar de seguir el podcast
Escúchalo ahora gratis con tu suscripción a Audible
Compra ahora por 11,99 €
No se ha seleccionado ningún método de pago predeterminado.
We are sorry. We are not allowed to sell this product with the selected payment method
-
Narrado por:
-
Víctor Prieto
-
De:
-
Franz Kafka
Acerca de este título
Franz Kafka nació en Praga el 3 de Julio de 1883, en el seno de una acomodada familia de comerciantes judíos de lengua alemana. A los 23 años se doctoró en derecho. Al año siguiente padeció los primeros síntomas de tuberculosis. A pesar de la enfermedad, de la hostilidad de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura. Su escritura se caracteriza por una síntesis entre el absurdo, la ironía y la lucidez. Un mundo de sueños que, paradójicamente, describe con un realismo minucioso. Kafka sólo publicó, en vida, algunas historias cortas. Su obra pasó casi inadvertida. Ella nos ha llegado en contra de su voluntad, pues ordenó a su íntimo amigo y albacea literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos. Gracias a que Brod no obedeció la orden, se salvó una de las cumbres de la literatura alemana. Su originalidad y el inmenso valor literario de su obra le han valido una posición privilegiada, casi mítica, en la literatura contemporánea. Kafka murió cerca de Viena a los 40 años, el 3 de junio de 1924, víctima de la tuberculosis.
I narrador es un perro viejo que, ya cansado y triste, vive retraído y pensativo. A pesar de los cambios, conserva "la visión panorámica" sobre su pueblo y sus costumbres en la vida diaria. Entonces, reflexiona sobre los seres que rodean a los perros, entre ellos los humanos que, según él, se caracterizan por una "insociable sociabilidad". El hombre no posee instinto social. Se une y acuerda leyes sólo por necesidad del uso instrumental del otro. La real fisonomía espiritual del hombre es su egoísmo, sólo atenuado por bajos intereses comunes. La fragmentación y la animosidad entre los humanos contrasta con la aspiración perruna a vivir en comunidad, en "un mismo saco", en la calidez de un "estar juntos". La larga investigación sobre los hábitos y costumbres perrunas concluye en una ponderación final del instinto y la libertad sobre las tendencias científicas cultivadas por algunos caninos.
©2022 Audiomol (P)2022 Audiomol