"Instrumentos de desgracia son las armas,
no son instrumentos para el príncipe;
sólo si está obligado las maneja,
para él la paz está antes que todo".

Sabias palabras que están inmortalizadas en el Gran Libro del Tao, del siglo VI a. C. y parecen haber sido una guía para Fernando VI, el Rey Prudente. Hijo de Felipe V, el Rey Prudente fue un monarca que se distinguió por su vocación pacífica en su política exterior, algo inusual para la época. Se rodeó de hábiles y eficaces colaboradores que llevaron adelante reformas económicas y sociales importantes, entre ellos el marqués de la Ensenada, quien había ocupado varios ministerios durante el reinado de Felipe V y fue uno de los hombres fuertes durante su reinado. Al igual que su padre, también fue afectado por la melancolía y recibió una terapia musical basada en conciertos del músico italiano Farinelli.

Su esposa, Bárbara de Braganza, fue una leal y devota compañera, melómana como él, quien supo llenar el vacío que le dejó la muerte de su madre cuando era sólo un bebé. Definitivamente, Fernando VI no es uno de los reyes más populares de la historia de España, pues no se distinguió por su sagacidad política o estrategia militar; sin embargo durante su reinado, España vivió un periodo de crecimiento económico, positiva administración interna y políticas de paz externa, elementos que fortalecieron la monarquía.