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El factor Einstein
- Narrado por: Chema Agullo
- Español (Castellano)
- Duración: 14 horas y 50 mins
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Resumen del editor
Otro de los vertiginosos thrillers históricos a los que Andrés Pérez Dominguez nos tiene acostumbrados y que le han valido el éxito y el prestigio tanto nacional como internacional. En los albores de la Segunda Guerra Mundial, el bando nazi tiene que claro que ha de dominar el arma más poderosa: el átomo. Para ello, envía a una espía a Estados Unidos a descubrir todos los secretos del proyecto de la bomba atómica. Sin embargo, si esa espía quiere cumplir su cometido, deberá enfrentarse al profesor Altamira, un científico español exiliado en Estados Unidos y portador de un gran secreto.
Andrés Pérez Domínguez es un escritor español nacido en Sevilla en 1969. Especializado en novelas de misterio histórico y suspense, ha ganado numerosos galardones nacionales e internacionales por su obra, tanto en narrativa como en ensayo periodístico. Sus historias destacan por una particular sensibilidad y profundidad sin dejar de lado el aspecto lúdico y trepidante de unas tramas sólidas.
Lo que los oyentes dicen sobre El factor Einstein
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Historia
- José Manuel Mora
- 06-01-22
Final trepidante
Muy buena historia, aunque la primera mitad del audiolibro un poco lenta y a veces algo aburrida en la cual no pasan muchas cosas, por el contrario, a partir de la 2a mitad, se vuelve todo más ameno y más acción con un final trepidante. La recomiendo
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Ejecución
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Historia
- jazzjom
- 25-09-24
Novela tramposa
Pocas veces he leído una novela con más trampas (literarias) que esta. Y todas ellas amparándose en el "azar", continuamente mencionado en el texto pero cuyas consecuencias siempre se decantaban hacia la parte más inverosímil e increíble de la trama. . . y de las "necesidades" del autor para poder desarrollar esa trama por muy inverosímiles que fueran las situaciones creadas. Si ir más lejos, no deja de ser "tramposa" la situación en la que, sin venir a qué ni a cuánto, sin ninguna explicación coherente por parte del autor, el amante de la espía protagonista de la novela empieza a sospechar de ella y recaba información de la misma a un colega polaco, ya que la espía le había dicho que había pasado un tiempo en Polonia. Pues bien, por el mero hecho de que había recibido varias llamadas telefónicas de ese colega desde Cracovia que no había podido contestar por una u otra causa (por el "azar necesario" seguramente), "coligió" que su amante era una espía y sin más preámbulos ni comprobaciones la agarró por el cuello. . . y acabó él muerto, porque la espía era una señora de armas tomar, valga la redundancia. Y ello por no hablar de lo repetitivo de ciertos conceptos "incrustados" una y otra vez sin venir a cuento en numerosos apartados de la novela que hacen de esta un texto infumable por aburrido en muchas ocasiones, así como continuas explicaciones cuyo único oobjetivo debia ser el "rellenar" páginas porque la coherencia con el tema principal que se trataba en ese momento era nula. Estuve a punto, de puro aburrimiento, de dejar de leerla en más de una ocasión pero quise llegar al final para saber como se "salía" el autor del berenjenal en el que se estaba metiendo. Y el culmen de todos los despropósitos llegó precisamente en ese final, con unas situaciones tan increíbles que hacen reír de puro infantilismo. Solamente una pincelada : ante la necesidad de mantener quieto al protagonista de la novela para que no le impidiese cargarse a Einstein, la espía hace que este le ate a un poste. . . CON LAS MANOS POR DELANTE. Claro que si se las llega a atar por detrás como mandan los cánones, ni el "azar" habría impedido que Einstein pasase a mejor vida. . . lo cual, aunque sea un "spoiler", debo comunicar al personal que, ante mi más absoluta "sorpresa", no sucedió. Una vez y no más, señor Pérez Domínguez, una vez y no más.
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