En la escuela, al autor le desinteresaban todas las asignaturas excepto la de escritura creativa, por la que, a los diez años, ganó su primer premio. Sin embargo, llamarlo su “primer premio” sugiere que ha habido más, lo cual no es así. Puede que los premios lleguen, pero mientras tanto se lo pasa en grande escribiendo historias de misterio y thrillers policíacos, y además afirma que tiene más de cien libros formando una cola desordenada en su cabeza mientras claman por salir.
Vive en el sureste de Inglaterra con un par de perezosos perros salchicha. Rodeado de colinas, castillos y viñedos, duda que se vaya a ir alguna vez, la cerveza es demasiado buena.
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